Entre la mayor parte de la población general no existe el conocimiento de que hay diferencia entre un cardiólogo y un cirujano cardiovascular. Ambos se dedican a resolver las enfermedades del corazón, solo que, dependiendo de la gravedad de la enfermedad el cardiólogo controlara la enfermedad por medio de medicamentos u otro procedimiento menos invasivo, y un cardiocirujano lo resolverá por medio de cirugía, en su mayoría a través de una incisión a nivel de la línea media del pecho. Estas decisiones no son en su mayoría a criterio del médico. Existen consensos o guías americanas y europeas que nos ayudan a tomar la mejor decisión de tratamiento para el paciente con la finalidad de obtener los mejores resultados favorables no solo a corto plazo, sino también a lograr una mejor calidad de vida a largo plazo, dependiendo de la severidad de la enfermedad del paciente y de otras enfermedades que el paciente tenga, ejemplo, diabetes mellitus.

Las enfermedades más frecuentes que se pueden abordar por medio de cirugía es la cardiopatía isquémica (dolor en el pecho, infarto), enfermedades de las válvulas del corazón (aorta, mitral), enfermedades de la aorta (aneurisma, disección aortica), enfermedades congénitas (soplos en los niños por alguna enfermedad del nacimiento), colocación de marcapasos, etc.